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Sesenta años de Arqueología española en Jordania

Sesenta años de Arqueología española en Jordania

Sesenta años de Arqueología española en Jordania

El viernes 16 de marzo a las 18:00, en el salón de actos del Museo Arqueológico de Asturias, iniciaremos las VI Jornadas de Arqueología española en el exterior con la conferencia de Juan R. Muñiz Álvarez (APIAA/Pontificia Facultad de San Esteban de Salamanca) dedicada a los Sesenta años de Arqueología española en Jordania. En esta charla se hará un repaso a la presencia de la Arqueología española en Jordania en los últimos sesenta años. Hay que tener en cuenta los procesos políticos de la zona, de los cuales han sido testigos de primera mano los arqueólogos españoles que trabajan en Tierra Santa.

En la conferencia se recordarán las figuras clásicas de Joaquín Echegaray, Emilio Olávarri, Juan Antonio Fernández-Tresguerres, con excavaciones que han marcado una época en la investigación internacional en periodos como el Khiamiense, la Edad del Hierro o la Edad del Bronce, respectivamente. La perspectiva incluirá también un repaso a las excavaciones más recientas como las dirigidas por Mario Menéndez Fernández, Rocío Da Riva o Juan José Ibáñez. También se hablará de las instituciones investigadoras que sostienen estos estudios como la Casa de Santiago, la misión Española en Jordania, CSIC o la Pontificia Facultad de San Esteban de Salamanca. En ese rápido repaso se hablará de las excavaciones más importantes, pero también parte del larguísimo anecdotario que han dejado tantos años de arqueología. Desde las ilustres amistades de Joaquín Echegaray hasta las simpáticas historias de Juan Antonio Fernández-Tresguerres, sin olvidar el cierre de la Casa de Santiago el 4 de junio de 1967 que correspondió a un triste y preocupado Emilio Olávarri. Ese día, tal y como cuenta Ángel Arango, se subieron dubitativamente al coche para regresar a Oviedo desde Jerusalén dejando atrás la Guerra de los Seis Días. La memoria de ese viaje, que duró un mes, la guarda Ángel Arango en forma de diario en el que recogió la nota de cada una de las paradas que hicieron en ese regreso, que lejos de ser una huida se convirtió en una gran aventura con Emilio Olávarri.