Monasterio de Santa María de Gúa
El monasterio de Santa María de Gúa se encuentra en el concejo de Somiedo, en Asturias. Su origen se vincula a una fundación monástica femenina del Reino de León, inicialmente benedictina y posteriormente incorporada al Císter, convirtiéndose en el único monasterio histórico permanente de monjas cistercienses en Asturias. Su ubicación, en plena montaña entre Somiedo y Babia, no es habitual para una comunidad de religiosas, dado el clima riguroso y el aislamiento geográfico.
El monasterio tuvo una historia itinerante en sus inicios. Según la tradición, su fundación se remonta al reinado de Alfonso VII, quien habría establecido una primera ubicación en Santibáñez de Babia. No obstante, su consolidación en Gúa se produjo bajo el reinado de Fernando II, quien le concedió un coto jurisdiccional en la vertiente norte de la cordillera. La primera mención documental de una abadesa, Sancha Pérez, data de 1266, cuando el cenobio aún seguía siendo benedictino.
En 1381, el monasterio aparece ya documentado como cisterciense, posiblemente por iniciativa del obispo Gutierre de Toledo, quien promovió reformas en los claustros femeninos asturianos. En 1543, la comunidad fue incorporada a la Congregación de Castilla y en 1552 las monjas abandonaron Gúa, trasladándose a Avilés, donde fundaron el monasterio de Nuestra Señora de las Huelgas. Esta comunidad fue posteriormente expulsada en 1868 y, tras un periplo por Oviedo, terminó en Gradefes (León), donde aún pervive.
Hoy en día, los restos del monasterio de Gúa se reducen a su antigua iglesia, reconvertida en sede parroquial de Santa María de Gúa, que ha sufrido numerosas modificaciones a lo largo de los siglos, como bien ha estudiado el arqueólogo Fernando Miguel Hernández. De su estructura monástica original, solo se conserva la cabecera semicircular, atribuible al románico rural tardío del siglo XIII. El cuerpo de la nave ha sido alterado en varias ocasiones, especialmente en los siglos XVI y XVII, cuando se añadieron la sacristía y la capilla de la Virgen del Rosario.
Hasta 1960, la iglesia contaba con un pórtico que fue demolido, acortando la longitud de la nave. En 2012 se llevó a cabo una reforma para la conservación del edificio. Además de la iglesia, se conservan estructuras anexas que podrían haber formado parte del monasterio, como una edificación al norte del templo que pudo haber sido parte de un modesto claustro, y un sistema hidráulico que abastecía de agua al conjunto monástico.
Esta red hidráulica es uno de los elementos más destacados. Compuesta por varios canales de piedra que aún pueden observarse en la zona, un canal con paredes de mampostería y procedente del suroeste, parece haber servido para el abastecimiento de aguas limpias. Otro sistema de canalización, proveniente del barrio de El Outeiru, abastecía un conjunto de pequeñas fresqueras conocidas como «ocheras», utilizadas para almacenar y conservar alimentos en un ambiente frío y húmedo. La proximidad de estos elementos a la iglesia sugiere que el monasterio poseía un eficiente sistema de aprovechamiento de los recursos hídricos, esencial para la vida diaria de la comunidad.
Otro edificio relevante en las inmediaciones es una construcción del siglo XVIII, asociada al monasterio durante la época en la que este dependía de las Huelgas de Avilés. Este edificio rectangular, de unos veintiocho metros de largo por siete de ancho, se conoce como la «panera» y contiene un horno semicircular, lo que refuerza su posible función como almacén y centro de procesamiento de alimentos. Junto a esta construcción se conserva un hórreo, fechado en 1781, que servía para proteger los cereales y otros productos de la humedad y los roedores. Este complejo agroalimentario indica que el monasterio, incluso después de la marcha de las monjas, mantuvo un control sobre la producción y almacenamiento de bienes esenciales para la comunidad local.
La iglesia de Santa María de Gúa se encuentra protegida como bien del Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias. Sin embargo, el estado de conservación de las diferentes estructuras que formaron parte del monasterio es desigual. Aún hay elementos, como los restos de la posible fundación en Santibáñez de Babia, que carecen de una protección específica.
Santa María de Gúa representa un caso singular dentro del monacato medieval asturiano, no solo por su ubicación extrema, sino también por su evolución institucional, vinculada a la nobleza leonesa y al poder episcopal de Oviedo, características que lo convierten en un elemento de gran interés dentro del patrimonio cultural de Asturias.
Imágenes
Figura 1. Emplazamiento de los posibles restos del monasterio de Gúa. De frente, la iglesia, y a la izquierda antiguo edificio, quizá la casa rectoral.
Figura 2. «Ocheras» o fresqueras a las que se dirige el canal con agua limpia desde el barrio del Outeiro.
Figura 3. Edificio con horno que corresponde con la «panera», un espacio para almacenar y procesar alimentos, propiedad del monasterio de Las Huelgas de Avilés.
Figura 4. Hipótesis de red hidráulica del conjunto monástico sobre fotografía del Instituto Geográfico Nacional, según F. Miguel Hernández. Al sur edificio de la probable «panera» y hórreo; al norte, barrio del Outeiro. Elaboración de Fernando Muñoz Villarejo.
Nailos
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