La segunda conferencia del viernes 14 de noviembre se inicará a las 19:15 h. Correrá a cargo de Iñaki García Camino, director del Museo Arqueológico de Bilbao, y versará sobre los Espacios de frontera y arqueología entre la Antigüedad y la Alta Edad Media. El caso de Vasconia.

Hace 40 años, la publicación del trabajo de A. Barbero y M. Vigil «Sobre los orígenes sociales de la Reconquista» supuso un cambio en las tendencias historiográficas del medievalismo hispano. Defendían que el fenómeno histórico llamado Reconquista no obedeció en sus orígenes a motivos puramente religiosos o políticos, sino al dinamismo de un movimiento de expansión de los pueblos del norte peninsular que, iniciado siglos antes de la invasión árabe en 711, quedaría reflejado en las continuas expediciones de castigo enviadas por los reyes visigodos para sofocarlo y en la creación de un limes, una frontera fortificada, que separaba dos formaciones sociales y políticas antagónicas: la de hispano romanos y visigodos frente a la de cántabros y vascones.

Ya entonces, Barbero y Vigil recurrieron (adelantándose a su época) a materiales arqueológicos para argumentar sus interesantes propuestas históricas; pero aquellos eran extremadamente escasos dado que la arqueología no formaba parte de los discursos del medievalismo. Hoy en día, sin embargo, gracias a sus sugerentes propuestas, la arqueología peninsular ha avanzado considerablemente tanto desde el punto de vista técnico como metodológico y conceptual, y con los nuevos datos se abren nuevas perspectivas de investigación.

Yacimientos romanos donde no los había, con asentamientos tan importantes como Gijón en Asturias u Oiasso en Gipuzkoa, prueban que también las tierras montañosas del norte (desde los Picos de Europa al Pirineo) fueron integradas en las estructuras del Imperio romano, y aunque de su desarticulación surgieron nuevas realidades de marcado carácter regional o local, las diferencias entre ellas no sirven para explicar la creación por los poderes visigodos de una frontera militarizada o limes frente a los pueblos del Norte.

Ello no niega la existencia de espacios fronterizos (que no fronteras) en los que la autoridad de los grandes reinos que trataban de afirmarse en el arco atlántico al fin de la Antigüedad no llegó a ser ejercida plenamente y en los que, consecuentemente, podían concurrir y sobreponerse distintas territorialidades con intereses diferentes que generaron relaciones de colaboración y conflicto.

Así manifiestan, al menos, los registros arqueológicos de la Tardoantigüedad y Alta Edad Media estudiados en las actuales comunidades autónomas del País Vasco y Navarra, por lo que trataremos en la exposición de explicar la formación de un paisaje de frontera en el territorio que algunas fuentes denominan Vasconia y que arqueológicamente se nos muestra a través de las necrópolis y no de los castillos, como cabría esperar hablando de fronteras.