Las cuevas de Toral III y Jou Puerta
El pasado viernes 25 de abril de 2014 se celebró en Llanes una de las actividades incluida en el programa de la Prehistoria del Oriente de Asturias, la conferencia que ofrecieron Diego Álvarez Laó y María Noval Fonseca. Como se trata de dos yacimientos inéditos y de gran interés, hemos pedido a los conferenciantes unas notas de resumen para poder difundirlo en nuestro blog.
Ambos yacimientos fueron excavados en el curso del seguimiento arqueológico de los trabajos de construcción de la Autovía del Cantábrico bajo la dirección de la segunda conferenciante, la arqueóloga María Noval. El primero de ellos ya aparecía inventariado en la carta arqueológica del concejo de Llanes, denominado como Toral III, y el segundo es un yacimiento paleontológico inédito que fue descubierto durante las labores de limpieza de una dolina; fue bautizado como Jou Puerta.
El abrigo del Toral III presentaba muestras de ocupación humana de época asturiense en forma de conchero cementado en las paredes del abrigo. La excavación descubrió un depósito de gran potencia que incluye abundantes restos malacológicos (lapas, bígaros, mejillón, erizo de mar, caracol terrestre), crustáceos, peces, macro y microfauna, herramientas talladas en distintos materiales (cuarcita, sílex, radiolarita) y restos humanos, entre los que destacan un cráneo, huesos de la pelvis, de las extremidades, una mandíbula, dientes y muelas… La recogida de carbones de buen tamaño, incluidos igualmente en el depósito, ha permitido datar muestras de distintos niveles situando el yacimiento en el Mesolítico asturiense.
La secuencia estratigráfica permite diferenciar distintos momentos de ocupación y depósito de materiales de forma clara. Las dataciones realizadas hasta ahora indican mayor antigüedad para los depósitos del sector sur siendo mas recientes los del norte. Los restos humanos han sido datados por C14 AMS en el 7080 ± 30 B.P. (7510 ± 40 Cal.B.P.).
En el extremo norte del abrigo, apoyada en el conchero, se ha exhumado una estructura pétrea, un dolmen construido con grandes bloques de caliza cuyo interior fue saqueado posteriormente, en un momento también antiguo. Entre los restos que presumiblemente contenía, arrojados con descuido en el entorno, aparecen los de otro individuo que ha sido fechado mediante C14 AMS en 4690 ± 30 B.P. (5410 ± 60 Cal. B.P.) momento entre el Neolítico y comienzos del Calcolítico.
La cantidad, calidad, variedad y excelente estado de conservación de los restos recuperados en la excavación abre la puerta a un complejo e interesante estudio multidisciplinar que permitirá ahondar en el conocimiento de este periodo de la prehistoria asturiana.
Por su parte Jou Puerta era una trampa natural, una cavidad en la que los animales caían quedando atrapados sin poder salir al exterior nuevamente. Esta cueva no presenta signos de intervención humana. Se trata de un yacimiento paleontológico en el que se han recuperado mas de un millar de huesos de distintas especies que son objeto de estudio por parte de Diego Álvarez Laó, paleontólogo de la Universidad de Oviedo, especialista en fauna cuaternaria fría.
Especies conocidas como el ciervo (Cervus elaphus), corzo (Capreolus capreolus), rebeco (Rupicapra pyrenaica), cabra montés (Capra pyrenaica), caballo (Equus ferus) y otras de enorme interés por su singularidad y escasez, rinoceronte lanudo (Coelodonta antiquitatis), mamut (Mammuthus primigenius), ciervo megalocero (Megaloceros giganteus) o pantera (Panthera pardus). Las muestras de rinoceronte lanudo y ciervo enviadas para su datación por C14 AMS han proporcionado unas fechas de 30275 ± 105, 34235 ± 374 y 36655 ± 205 (Cal. B.P.).